martes, 13 de noviembre de 2007

El caramelito

Directamente es la polla, es la puta polla. Nunca había saboreado un caramelo así, lo balanceo con mi lengua, lo rozo con el paladar. Más saliba, mucha más saliba, me ayuda a respirar, me siento grande, muy grande. El roce es gustoso, es sensual, me estoy poniendo un poco cachondo con el caramelo, lo reconozco, mi lengua juega con un elemento realmente suave, muy suave, me provoca escitación. Se deshace muy poco a poco, como un buen polvo, pletórico.
Me siento un cocodrilo, transporto a mi cria dentro de mi boca, no lo daño. Es que creo que el caramelo me quiere, tiene sentimientos, si, sentimientos, es que mi amado caramelo sabe moverse dentro de mí, pero no te vayas caramelito, no te veyas. Se deshace en mi interior, y desde ahí se comunica conmigo, os lo juro, mi caramelo me quiere y espero no apartarme de él. No me vale la frase de "ya vendrán otros caramelos", no, yo lo quiero a él, a mí caramelito, "cariño, ¿cómo quieres que te llame? oye ¿qué hayas venido a parar el día de los enamorados a mi boca no será casualidad no?" Se que no, estoy correspondido por él, y ahora sólo tengo su esencia, que no es poco, gracias a eso lo tengo presente, me está ayudando a respirar, a vivir, caramelito muchas gracias, no te olvidaré.
FDO: Bambi

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